Reportaje

"Paz, amor y estilo: El recuerdo de la moda Hippie"

Por Diana Sánchez y Analí Martínez

Durante la década de 1960 en Estados Unidos, surgen los hijos de las flores, o mejor conocidos como Hippies, conocer el por qué esta cultura forma parte de la historia de la humanidad implica aventurarse en el contexto social, es decir, sumergirse en el entorno que permitirá cobrar sentido de dicha contracultura.

Estamos hablando de un panorama de posguerra, de una sociedad que salía de la recesión tanto económica como cultural, cabe resaltar que simultáneo a esto se suscita la Guerra de Vietnam, pieza angular que desencadenaría un antes y un después en la comprensión en materia de derechos humanos, libertades y paz, es así como se impulsó un cambio, un movimiento.

Según Alberto Melucci (1988) en “Las Teorías de los Movimientos Sociales” menciona que, la acción colectiva es siempre el fruto de una tensión que disturba el equilibrio del sistema social. 

Si bien se podrían contradecir al mencionar que esta contracultura buscaba un cambio del panorama actual en aquellos tiempos, va más allá de un simple equilibrio, es relevante tener en cuenta que los hippies tienen como eje principal el pacifismo, concepto contrario a la guerra.

Como parte de la consolidación de esta contracultura se presentan diversos hitos, por ejemplo, el Festival de Woodstock en 1969 que se vendía directamente con la frase “tres días de paz y música” logró reunir a casi 400,000 personas.

En México, Antonia Martínez nacida en 1955 fue testigo y partícipe de esta cultura, ella mencionó que fue durante la secundaria cuando ella interactúa con estas manifestaciones culturales, no obstante, a diferencia del territorio vecino no fue hasta los 70’s que llegó la moda, arte, música y pensamientos pacifistas.

Antonia hace un recuento de los parteaguas de este movimiento, enunció al “Festival Avándro” que se llevó a cabo en 1971 que si bien ella no asistió lo recuerda como un mega evento con música de rock y espíritu hippie, sin duda alguna este festival es referente a Woodstock anteriormente mencionado, es así como la psicodelia se abría paso en Latinoamérica entre las mentes jóvenes explosivas de rebeldía con afán de crítica social.

Un movimiento cultural no puede existir sin sus manifestaciones como hemos mencionado anteriormente, es por ello que parte elemental para cualquier cultura o en este caso contracultura, las formas de expresión por las cuales decidan compartir sus ideales serán dignas de investigación, en este caso la moda trasciende fronteras y encapsula lo que representa ser parte de la comunidad hippie.

Telas, patrones y colores

Los hippies al ser una oposición de toda la cultura de los 60´s, no solo estaban tratando de tener diferentes ideales, pensamientos o distintos estilos de vida, sino que también expresaban un total rechazo al consumismo de tendencias de vestimenta, por lo tanto este grupo buscaba realmente ir en contracorriente de las masas.

Su vestimenta es reconocida por telas sueltas que daban un aspecto holgado que permitía la movilidad de quien las usaba, además las telas podían contar con todo tipo de patrones geométricos que tenían cierta inspiración en culturas ancestrales, esto también podía transmitir la creatividad de la persona.

Los hippies también han destacado su vestimenta gracias a los brillantes colores que utilizan en sus prendas, tales como el rojo, naranja, amariillo y verde, siendo estos un gran referente de la naturaleza. La combinación de estos colores y distintos patrones hacían que la vestimenta de los hippies diera un aspecto psicodélico.

Antonia Martínez mencionó que la moda en vestimenta era utilizar mangas holgadas y muy sueltas con colores que fueran llamativos, los pantalones eran de mezclilla o  de tela terlenka con un corte pata de elefante, ella misma utilizó blusas con patrones de flores con combinaciones de colores brillantes, es así como hizo referencia a que la persona que tuviera la ropa más extravagante era catalogada como la más guapa, “el muchacho que traía la camisa más floreada y más bombacha de las mangas, era el más guapo”.

De igual manera los hippies involucraron a su estilo de vida la creación de sus propias prendas por el espíritu del lema “Do it Yourself” (házlo por ti mismo) y popularizaron técnicas de confección como el crochet, donde se utiliza una aguja e hilo para la producción de prendas, el macramé que es utilizado para crear tejidos a través de una variedad de nudos, y el tie dye, en el cual se tiñen las prendas, todas estas técnicas simbolizaban el rechazo de la producción en masa.

Aunque Antonia no llegó a utilizar estas técnicas de confección, compartió que, al no contar con los recursos necesarios para comprarse la ropa de último momento en la moda, aprendió a utilizar la máquina de coser de su madre para poder crear sus propias prendas con cuello mao o sport largo o simplemente para arreglarlas a su medida con el fin de que tuvieran el estilo hippie. 

Peinados

Al ser una cultura y un movimiento social que promovía el espíritu natural y libre del ser humano tenían inconformidades con las normas de belleza impuestas por la misma sociedad. 

Tanto mujeres y hombres utilizaban el cabello largo y natural, es decir, no buscaban cambiar el estado natural de su cabello a través de técnicas artificiales como planchas o colorantes para teñir el cabello. Por lo tanto, los peinados hippies eran caracterizados por el aspecto despeinado, donde la textura tenía el papel principal del estilo.

Uno de los peinados más representativos de los hippies era el cabello

suelto y con mucho volumen, por ello las personas onduladas o rizadas no se preocupaban por la definición, sino que dejaban que el frizz hiciera lo suyo, aunque este estilo también contaba con peinados como trenzas o moños siempre y cuando dieran un aspecto despreocupado y se adornaran con los accesorios distintivos.

Para lograr el volumen, la cultura hippie optaba por cortes de cabello que lo proporcionan fácilmente, así como el corte shag, el cual consiste en capas desiguales y degradadas que funciona en cualquier tipo de cabellera, la popularización de este cabello fue por su versatilidad, el movimiento que simulaba y el aspecto relajado, además lo utilizaron famosos como Jane Fonda (actriz hollywoodense) y Mick Jagger (cantante de The Rolling Stones).

Accesorios

Es bien sabido que el look lo consolidan los accesorios, es por ello que en la moda hippie existieron y existen elementos emblemáticos que remiten a esta expresión cultural.

Antonia Martínez, testigo del fenómeno cultural y social explicó que los símbolos de “amor y paz” lo eran todo, collares con dicho signo, corazones y flores no podían faltar, principalmente si eran de gran longitud, estos elementos se utilizaban varios a la vez, entre más volumen mejor para acercarse al look indicado. Los pendientes largos, ostentosos, creativos, y voluminosos eran clave.

Es importante mencionar que los lentes con un marco redondo fueron icónicos y aun se continúan utilizando, convirtiéndose en un clásico, estos modelos hacen alusión a John Lennon quien compuso canciones como "Give Peace a Chance" y "Imagine" se convirtieron en himnos pacifistas.

La diademas y bandanas en el arreglo del cabello son primordiales en la expresión pacifista, Antonia agrega que estas no eran como las que actualmente conocemos ya que estas se apegan más a los estilismos del rock, sino que comenzaban desde la frente y cubrían una parte del cabello.

En tanto al calzado las botas altas tuvieron un auge, sin embargo Antonia Martínez hace distinción en un uso más simbólico de los huaraches menciona que los utilizaban porque los jóvenes se consideraban de la “prole”, defensores de que el dinero y el materialismo no era lo más importante, es asi como se convirtió más en una protesta que una forma de vestir.

Prendas icónicas

Si bien toda la cultura hippie es recordada como una de las más icónicas del siglo XX debido a lo que representaron para la sociedad y aún más por el gran estilo que se observaba a través de su vestuario.

El uso de prendas distinguibles fue uno de los parteaguas para que hasta después de casi 60 años del movimiento social hippie, este siga siendo reconocible para cualquiera.

Para Antonia, las prendas que no podían faltar en el closet de un hippie, eran los pantalones acampanados, las camisas con hombros y mangas holgadas, chalecos de flecos hechos con tela tipo cuero, las botas hasta la rodilla o hasta el muslo y los huaraches, todo esto según su perspectiva de la moda hippie en México.

Sin embargo, en la moda de países como Estados Unidos, las prendas icónicas iban de vestidos largos y holgados que permitieran cierta fluidez de movimiento en mujeres, mientras que los hombres utilizaban túnicas que les ofrecía máxima comodidad, y claro, como también lo mencionó Antonia, los pantalones acampanados, cosa que siempre ha tenido el título de la prenda más icónica de la comunidad hippie.

La moda hippie en la actualidad

Se le cuestionó a Antonia sobre su visión actual de la moda hippie, no obstante ella admitió que no cree que se adapta tanto y que se encuentra muy alejada de las piezas originales, especialmente en el vestir de los hombres.

En contraste con un concepto relevante de la semiología que expone Saussure como “el estudio de los signos en el seno de la vida social”, bajo este principio se logra entender a la estética o moda como el conjunto de signos que hacen sentido en la sociedad y transmite una red de valores que se le atribuyen a un grupo, sin embargo durante el paso del tiempo las corrientes estéticas no desaparecen solo evolucionan es así como la socio estética de los hippies se puede ver plasmada en nuevas tendencias de la actualidad pero no trasladada en un cien por ciento como lo indica nuestra entrevistada.

En las redes sociales se lograron identificar tres corrientes de estilo que se acercan un poco y retoman algunos simbolismos. Boho Chic, lleva los estampados florales y el crochet a un entorno más elevado y sofisticado, telas y diseños fluidos que se popularizó en los 2000, alcanzando su punto máximo entre 2012-2014 gracias al festival Coachella en California. Las prendas de esta estética son los kimonos, vestidos largos, sombreros anchos y botas.

Por otro lado, Cottagecore, la vida en el campo interpretada en la moda retoma los estampados florales, bordados vintage, blusas sueltas con volantes que ramifica el concepto de “vida lenta”, el ser pacifico y alejarse de la violencia homologando así las creencias de los hippies.

Eco-fashion, el amor al planeta, la sustentabilidad y rechazar las conductas consumistas, y no solo cuidar al medio ambiente sino los derechos humanos de las personas que trabajan en la industria. El eco-fashion utiliza prendas teñidas naturalmente, el cuidado del agua es primordial en la producción textil. Es así como el upcycling a ropa de segunda mano son parte angular de este estilo.

Esta expresión bohemia conecta totalmente con la naturaleza, con sus raíces indicando este respeto a la vida y a libertad dentro de la misma, es así como la moda sin duda alguna es una expresión de la identidad, las carencias de la época o viceversa, es un medio para el empoderamiento y así lograr defender los valores de la cultura, de lo que se piensa y la ideología con que se rigen las personas, ser visibles ante la sociedad e incitar a una reflexión será el objetivo puro que se intentara que trascienda en el mundo del consumismo y la moda rápida.